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SANTIAGO GUALLAR POZA


Nacido en Muniesa, el 25 de Julio de 1.875, y fallece en Zaragoza el 16 de Mayo de 1.946. Canónigo y Diputado Nacional en las Cortes.

Cursó sus estudios eclesiásticos en Belchite y Zaragoza, y fué nombrado presbítero en el año 1.899. Obtuvo a los 29 años de edad el Doctorado en Teología, fué profesor del Seminario de Zaragoza, y en el año 1.903 alcanzó por oposición una canonjía del Cabildo de Zaragoza, del que en el año 1.941 fué nombrado Deán.

Activo propagandista y organizador del catolicismo social, fué consiliario del Círculo Católico de Obreros de Fuenclara en Zaragoza, y de la Asociación Zaragozana de Señoras de la Buena Prensa.

Al advenimiento de la II República, en Junio de 1.931, consiguió el acta de Diputado a las Cortes por Zaragoza capital, en las listas de la Unión de Derechas, patrocinada por el partido Acción Nacional (luego Acción Popular Aragonesa), entidad de la que fué Presidente honorario. En Noviembre de 1.933, fué elegido nuevamente Diputado.

Desde 1.939 hasta su fallecimiento fué Consejero de la Caja de Ahorros de Zaragoza, y en el año 1.940 es nombrado Vicepresidente de dicha Entidad. Fué asimismo Presidente de la Real Sociedad Ecónomica Aragonesa de Amigos del País. En estos años de postguerra fué Prefecto de estudios del Seminario Pontificio zaragozano.

A lo largo de toda su vida, siempre tuvo muy presente a su pueblo natal, interviniendo en algunos asuntos que redundaron en beneficio de Muniesa, como su intervención en la donación por parte de los Sres. Aranguren de su casa solariega y fincas a las Hnas de Sta. Ana, para que pudieran recibir formación los niños del pueblo. Fué consejero de la Sociedad FF.CC. de Utrillas.

Siempre manifestó su deseo de ser enterrado en su pueblo, sus restos descansan en el panteón de los canónigos del cementerio de Torrero en Zaragoza. En su día tuvo dedicada una plaza en el pueblo.

HOMENAJE A SANTIAGO GUALLAR POZA DEL PUEBLO DE MUNIESA (6-5-1928)

Fruto de la relación con su pueblo, el día 6 de Mayo de 1928, se le dedicó un gran homenaje por parte de sus paisanos, dicha jornada la relata de forma muy detallada el periódico "El Noticiero", y que recoge José Gimeno en su libro "Muniesa, de antaño a hogaño 2000", la cual transcribimos a continuación:

"D. Santiago Guallar Poza fue un hombre de accion social, enardecido apostol, ilustre Canónigo, Dean de la Basilica Catedral del Pilar de Zaragoza, gran orador en púlpitos y tribunas publicas.
Daba a entender, muy claro las verdades del Evangelio con gallardía cristiana, en los tiempos que le toco vivir que fueron muy dificiles.

Muniesa en un momento oportuno, le ofreció un gran homenaje, por tantos desvelos y trabajos que D. Santiago, dedico a su pueblo.
Fué un día de fiesta de los que pocas veces se pueden ver por una persona hijo del pueblo, aunque el tiempo no acompañó. Fue un dia de lluvia incesante, pero el ardor de los muniesinos y acompañantes no dejó que decayese la fiesta y la alegría.

A las seis de la mañana, salía desde Zaragoza el tren especial, con todas las personalidades ya que el propio Sr. Alcalde de la Ciudad de Zaragoza D. Miguel Allué Salvador lo acompañaba.
Todo el tren engalanado con banderas, guirnaldas y rotulos alusivos a Muniesa. Durante el trayecto la banda del Hospicio amenizó el recorrido. Por carretera, algunos autocares llevaban a cantidad de gentes que no se querían perder este momento de ofrecer su cariño a tan grande persona en su pueblo natal. En el auto de Jose Mª Laguna Azorin viajaban don Antonio y don Clemente Guallar.

En la estación del pueblo, aguardaban las primeras autoridades, y el pueblo en general. En primer lugar, el Sr. Alcalde, don José Villarroya, con los concejales don Crispin Alías, don Mariano Andrés, don Benigno Valiente, don Joaquin Artal y el Sr. Juez don Tomás Royo, el Párroco Don Lorenzo Millan, coadjutor don Isidro Cunchillos, y el Sacristan, don Pedro José Gimeno.

Gran alegría cuando el tren paró en la estación de Muniesa; gritos y algazara, por parte de todo el pueblo. Una vez recibidos, se formó la comitiva, con la presidencia de don Santiago, los Sres. Alcaldes de Zaragoza y Muniesa, el párroco y despues todas las personalidades llegadas en el tren, los propios dueños del ferrocarril y el Señor Presidente de los Caballeros del Pilar don Manuel Gomez Arroyo. Seguían los abanderados, con sus banderas de los Circulos Católicos de Zaragoza y que eran hijos de Muniesa, Gregorio Guallar y Luis Pueyo. Luego todo el gran grupo de personas del pueblo.

Muniesa totalmente engalanado, con arcos de ramas de arbol y cadenetas de colores. En la entrada un gran arco triunfal, fabricado y costeado por don Jesus Nebra (el tio Parras). Desde aquí a la iglesia todo era un gran clamor de vivas, las ventanas con adornos asi como los balcones, con las mejores cubiertas.

Celebró la Misa don Rosendo Benedí; diácono, don Vicente Gimeno; subdiácono, don Pedro Santos, y maestro de ceremonias, don Pablo Ginés.
El sermón lo pronunció el propio don Santiago Guallar. Con palabras afectadas por la emoción, habló de su niñez y de sus padres. Dijo que a él le gustaría despues de sus días descansar en este cementerio, junto a los restos de sus padres. Que le bastaba una simple tumba, y que su adorno fuesen las florecillas, silvestres y sus lagrimas las goticas del rocío, correspondiendo al agradecimiento de todo lo que el pudiera hacer por este pueblo que le vió nacer. Dio gracias a todos los forasteros y del lugar. Dijo que el agrado de este homenaje lo presentaría como un ramo a la Virgen del Pilar. Luego se cantó el himno a la Virgen.

Terminada la misa la comitiva se dirigió a la plaza mayor donde está la casa natal, y se descubrió una lápida de mármol blanco, recordatorio de este homenaje, y a esta plaza se le puso su nombre. Durante este acto llovió torrencialmente pero todos aguantaron. Luego desde uno de los balcones de la casa solariega de don Joaquin Aranguren, habló el Párroco, don Lorenzo Millan, agradeció a todos la presencia en estos actos y luego hizo apología de Don Santiago ya que estudiaron juntos en el Seminario y habían sido compañeros. Habló de los triunfos de don Santiago y terminó dando vivas a Cristo Rey y a la Virgen de la Aliaga.

El Sr. Alcalde de Muniesa tomo la palabra con mucha franqueza, ofreciendo a don Santiago y a todos los acompañantes, el pueblo y cuanto pudiera él ofrecer y su persona, hizo entrega a D.Santiago de un artístico pergamino y de un hermoso cáliz, regalo del pueblo. En el mismo acto y sobre el pergamino se le nombró hijo predilecto del pueblo.

Habló tambien el Presidente del Patronato del Círculo de Obreros de Zaragoza, don Ramon Izuzquiza, alabando y agradeciendo los trabajos y sacrificios que por ellos hacía. D. Andres Egido y don Inocencio Jimenez, hablaron agradeciendo cada uno de ellos a Don Santiago tantos desvelos.

D. Santiago agradeció de nuevo desde el balcon a todo el pueblo el cariño que le estaban dando, y repitió que aquí, en Muniesa, quedaba su alma y corazón, aunque el tuviera que estar en Zaragoza.
Se dirigieron al Ayuntamiento, donde se ofreció un banquete a la una y media. Los comensales pasaron de ochenta. A los postres hubo coplas alusivas, cantadas por el inigualable cantador de jota Mateo Tomas (El Cantador), poesias que dedicó don Manuel Guallar, hijo del pueblo y seminarista en el Seminario de Belchite y que después de ser Ordenado sacerdote llego a ser Catedrático del Instituto de Lérida. Don Joaquin Briz, secretario del Patronato dió lectura a gran cantidad de telegramas recibidos. Don Tomas Royo, Juez Municipal, agradeció a todos la convivencia y esplendor del dia.

A las tres de la tarde, la banda de música que les habia acompañado dirigida por el maestro Borobia dió un concierto, y seguido, toco piezas bailables. El pueblo aprovechó para demostrar su alegría, allí mismo en la plaza. Los hijos del pueblo invitaron en sus casas y en sus bodegas a cuantos encontraban en la calle.

Don Santiago quisó despedirse de la Virgen de la Aliaga pues el dijo que su vocación fue debida al gran amor que le ha tenido. Desde la Iglesia salió la procesión rezando el rosario y cantando hasta la ermita del arco. Despues de rezar salió al balcón y se despidió del pueblo, y declaro a la Villa "Muy Benéfica" titulo ganado por la asistencia que dió en la ocasión del accidente del avion de Sabadell a Madrid, y dió tambien la noticia de que los Señores Aranguren donaban la casa a las Hermanas de Santa Ana, para que dieran enseñanza a los niños pequeños, con la consiguiente ayuda para las madres.

Allí terminó la fiesta y marcharon hacia la estación de donde partió toda la comitiva hacia Zaragoza a las seis de la tarde. Un gentío enorme acompaño a la estación y cantó y animó en la despedida a D.Santiago Guallar Poza.